martes, 24 de enero de 2012

Concierto La Habana

Viernes tarde, 17:00 horas, comienza el ritual, así que ya sabéis que nos tocaba cargar cacharros. El motivo era que teníamos un concierto en La Habana (Cáceres) con motivo de la última inauguración del "Habana Espacio Libre" (una pena la verdad...). Para nosotros era un día especial, era el primer concierto con Ana, el primer concierto con voces, en definitiva el estreno de la nueva propuesta de Hemingway Noise. Queríamos enseñar a todos por donde camina la banda y cuál es la propuesta en la que estamos trabajando, y como es casi inevitable, eso a algunos nos puso nerviosos. Esos nervios que te contraen los lumbares y no logras calmar ni con unas cuantas tilas.

Sabíamos que La Habana se iba a llenar por la última inauguración, pero nunca esperábamos que se quedase tanta gente a ver nuestro concierto (gracias a todos los que estuvieron...). A veces a uno le intimidan las situaciones así, pero esta vez el efecto fue distinto, de los nervios iniciales nos teletransportamos al escenario lleno de luces y el calor del público. Focos en las retinas, cables entre los pies, miradas de ojos espectantes, y cosas, muchas cosas que no me dejaban moverme con soltura. No exagero si os digo que alguna vez ví pasar la pala del bajo de Sebastien muy cerca, o que choqué la guitarra (la cual he bautizado como "Blacky" para cuando los de Gibson me quieran hacer una signature, jajaja) contra los hierros de la batería.


El escenario, la gente, y nosotros... esos los ingredientes que servían de guinda a la clausura y daban forma a nuestro concierto. No nos cortamos y nos marcamos "A day to Forgive" de comienzo, uno de nuestros temas insignia de la era instrumental y con el que disfrutamos como enanos, no miento si cada vez que termina esa canción digo aquello de "Temazo". A los pocos segundos ya estaba Ana delante del público para metérselo en el bolsillo con ese desparpajo que tiene... así entre nosotros, me comentó antes del concierto que estaba muy nerviosa, no paraba de repasar las letras cuando se las sabe al dedillo. De todos modos le dió igual ese nerviosismo porque cualquiera de allí la vería como pez en el agua, pareciera que su estado natural es estar delante de un micrófono...  eso se nos contagió y provocó que diéramos un concierto lleno de colores, giros, enlaces y sobretodo de mucho buen rollo.
Terminó el concierto, y después de saludar brevemente a algunos amigos había que recoger, tarea difícil cuando el garito está lleno hasta los topes. Como pudimos poco a poco cargamos los coches, pero justo en el último viaje de carga llegó un amigo algo fatigado y  nos dijo que nos estaban multando. Una carrera entre la gente para evitar la receta y ya que teníamos que mover el coche nos fuimos a descargar, lo que nos impidió disfrutar de los momentos de después de los conciertos y despedirnos.


Una noche para el recuerdo, para encontrarse con amigos, para clausurar "Habana Espacio Libre" y sobretodo para dar nuestro particular pistoletazo de salida a los nuevos Hemingway Noise.